Picar los tomates y desechar el líquido. Ponerlos en un bol.
Picar la albahaca y agregar a los tomates que están en el bol. Sazonar con sal.
Extender los tomates sobre la superficie de la prepizza.
Poner sobre los tomates las rodajas de mozzarella, de modo que no tapen del todo el rojo del tomate.
Una vez colocadas sobre la pizza, condimentar las rodajas de mozzarella con pimienta negra recién molida.
Rociar la superficie de la pizza con un hilito de buen aceite.
Colocar la pizza en el horno caliente unos 3 minutos hasta que la mozzarella comience a fundirse, pero sin que tape el tomate.
Retírela y distribuya las hojas de albahaca restante.
Deben verse los 3 colores: rojo, verde y blanco.
Una pizza con masa crujiente y cubierta rejugosa.