Cuando las oportunidades son esquivas y la vida te endurece a cachetadas, muchos cierran los puños y se disponen a vivir con los mismos códigos, es decir, a devolver golpe por golpe. Este no es el caso de José Ramón Ocampo, quien prefiere que lo llamen "Mate".
"Mate", fue un chico de la calle hasta los 14 años. Militó en política durante los años duros, de hecho fue secuestrado y torturado por marxista y según afirma, su único pecado en esa época fue "manguear pan y zapatillas para los desposeídos".
Hoy se considera el tipo más rico del mundo por el solo hecho de rescatar aunque sea un chico por año de la ceguera y la desidia social reinante, aunque seguramente, sería más feliz si lograra encarrilar a todos y cada uno de los jóvenes que se acercan al Centro Comunitario que actualmente dirige.
Con 57 años y una vida más que agitada aún mantiene viva la utopía de una sociedad más justa. Tal vez por eso cualquiera que lo busque, seguramente, lo encontrara trabajando en el "Centro Tecnológico Comunitario por Amor al Niño", en su querida Ciudad Oculta. Tal vez, "Mate", sea uno de esos tantos personajes anónimos, o por lo menos, con poca prensa que logran con sus actitudes que no perdamos la fe en el prójimo y que redescubramos la solidaridad.
Si bien desde hace años trabaja en pos de un mundo, o por lo menos, de una ciudad más justa, fue allá, por los 90´, cuando empezó a consolidarse su esperanza. Luego de innumerables gestiones y con gran esfuerzo logro habilitar una guardería y desde esa época hasta hoy no paró de sumar logros para el Centro Comunitario. |