Desde un mundo diferente

Un proceso de migración global de población, del campo a las ciudades y de las ciudades pequeñas a las grandes urbes, acontece en estos momentos en el mundo. Este movimiento alcanza una magnitud solo referenciada con el momento en el cual los siervos abandonaron a los señores feudales y migraron a las nuevas ciudades provocando la transformación irreversible de las estructuras políticas, sociales y económicas de una época.

Hoy la humanidad se enfrenta a una situación similar. Pero esta vez potenciada por el desarrollo de las comunicaciones y la aplicación de la informática, lo que ha generado que la mayor parte del mundo esté enterada de lo que sucede en cualquier rincón del planeta en tiempo real alimentando el proceso de toma de decisiones con información genuina y constante, creando una verdadera espiral de aceleración de la etapa evolutiva que nos toca vivir.

El mundo de hoy, globalizado o globalifóbico, capitalista o “ni capitalista”, es un mundo también convulsionado por guerras que parecieran no tener sentido pero que sirven para fortalecer economías; es un mundo donde la fortaleza de los mercados comienza a determinarse en función de lo que hay que hacer por los pueblos y no sólo por su capacidad de compra.

Es un mundo donde cada necesidad genera una oportunidad de crecimiento, creación de empleo y sustentabilidad social de la economía, es un mundo diferente al que conocimos en los últimos cincuenta años y es por eso que se transforma en un desafío, un verdadero desafío, como comunidad y como Nación.