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Exitoso plan de recolección diferenciada de pilas y baterías agotadas

Las pilas y baterías agotadas constituyen una parte de los residuos domésticos que disponen los vecinos, ya que provienen de artefactos que se utilizan cotidianamente en el hogar (juguetes, electrodomésticos, equipos de música, relojes, etc.). Algunas clases de pilas y baterías pueden afectar el ambiente si son dispuestas en forma incorrecta, ya que presentan componentes químicos que tienen características de toxicidad.

Los Centros de Gestión y Participación Comunal de la Ciudad cuentan, desde noviembre de 2008, con contendores especiales para disponer pilas y baterías recargables agotadas. La Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires  recolectó entre noviembre de 2008 y abril de 2009 cerca de 390.000 fuentes de energía eléctrica portátil, equivalente a más de seis toneladas de material que será convenientemente dispuesto.

La Campaña de Recolección de Pilas y Baterías Agotadas está destinada a separar de la corriente general de residuos sólidos urbanos aquellas pilas y baterías agotadas que, por los componentes que contienen, puedan implicar un impacto ambiental desfavorable.

No todas las pilas y baterías son iguales, ni requieren el mismo tratamiento. Es importante discriminar entre pilas primarias (no recargables) y pilas secundarias (recargables). Las pilas primarias que cumplen con la legislación vigente tienen reducida la proporción de contaminantes y pueden ser descartadas con la basura domiciliaria. Esto se debe a que, además de estar certificadas por el INTI, sus componentes son compatibles con el destino y la tecnología que la Ciudad utiliza para sus residuos domiciliarios: el relleno sanitario.

El caso de las pilas secundarias es diferente. Estas deben ser sometidas a planes de gestión específicos, ya que aún no se ha establecido a nivel nacional un sistema de certificación obligatorio respecto de sus componentes. De este modo además de separar de la corriente general de residuos sólidos urbanos elementos que pueden clasificarse como potencialmente peligrosos, existe la posibilidad de recuperar metales valiosos que poseen las pilas recargables.

Los números de la campaña de recolección indican que hasta ahora se recolectaron 6.540 kilos en total. Las baterías y pilas recargables representaron el 31%. El 69% correspondió a pilas primarias, es decir no recargables. El 49% de las pilas comunes depositadas fue tamaño AA. Las pilas botón representaron el 2% del volumen recibido, pero el 27% de las unidades.

Hasta tanto no existan en territorio nacional tecnologías habilitadas para el reciclado de este tipo de desechos, las pilas y baterías recargables agotadas, recolectadas a través de este programa, se enviarán a rellenos de seguridad. Debido a que hasta el momento no existía un programa con estos fines, en una primera etapa se recolectarán todas las pilas que pudieran tener en su poder los vecinos.

Esto se debe a que, muchas de las pilas primarias ingresaron al mercado antes de la puesta en marcha del actual marco regulatorio (Ley Nacional N°26.184, de Energía Eléctrica Portátil). A futuro sólo se recolectarán de modo diferenciado las pilas y baterías recargables que hayan cumplido su vida útil y las pilas botón que, por la cantidad de mercurio que poseen, ameritan su recolección y tratamiento diferenciado (a pesar de que la tecnología ha permitido reducir la proporción de este contaminante en su composición).

En este momento la nueva tecnología utilizada por los fabricantes permite arrojar a la basura domiciliaria las pilas alcalinas comunes, mientras que las pilas recargables pueden ser entregadas en los puntos correspondientes a cada marca en todos los Centros de Gestión y Participación Comunal. Las pilas botón se reciben en todos los CGPC.

Obligación de las empresas:

Desde el 1º de febrero de 2009 los generadores de pilas y baterías recargables tienen la obligación de implementar los respectivos planes de gestión integral y ofrecer a los vecinos al menos 10 puntos de recolección que aseguren una distribución equitativa en toda la Ciudad.

Además, los generadores también deben informar a la Agencia de Protección Ambiental la cantidad y peso de las pilas y baterías recargables gestionadas y el porcentaje que esas baterías representan sobre el total ingresado a la Ciudad.

En relación con los usuarios, deben informarlos acerca de la obligación de disponer en forma diferenciada las pilas, la ubicación de los puntos de recolección de baterías de otras marcas y las razones por las cuales las pilas y baterías comunes (primarias, no recargables) no se incluyen en estos planes.

A través de una página del Gobierno porteño los usuarios pueden consultar la nómina de puntos de recolección dispuestos por las primeras empresas que se ajustan a lo establecido por la Resolución 262 APRA/08. Esta norma obliga a los generadores de pilas y baterías recargables a presentar planes de gestión para estos productos, una vez descartados por los consumidores.

De este modo los vecinos de la Ciudad podrán entregar las pilas y baterías recargables agotadas, según su marca, en los puntos distribuidos en diferentes barrios. Esto forma parte de una política de responsabilidad extendida al productor, por la cuál éstos deben hacerse cargo de los residuos que generan sus productos una vez terminada su vida útil.

En caso de contar con pilas recargables agotadas de marcas que aun no están incluidas en el listado, los vecinos podrían acercar ese material al CGPC de su barrio. Allí se continuarán recibiendo las pilas y baterías recargables en desuso hasta tanto se cuente con puntos de recolección del todas las empresas.