Para prevenir las graves consecuencias que provocan los escapes de gas, la Dirección General de Defensa Civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires les acerca algunas normas que ayudaran a evitar males mayores:

Antes de encender cualquier quemador o artefacto de gas, es conveniente comprobar la posición de las llaves, o por el olfato, si ha producido pérdida. Si así fuera se debe cerrar la llave que causa la salida. No encender artefactos eléctricos y evitar toda llama.
Al finalizar el día o ausentarse de su domicilio, deben cerrarse las llaves del paso de gas.
Jamás tratar de localizar una pérdida de gas por medio de una llama. Debe usarse agua jabonosa. La formación de burbujas indicará el lugar de la pérdida de gas.
No permitir que los niños manipulen las garrafas o artefactos de gas.
Toda llama consume oxígeno. Por ello es necesario asegurar la renovación del aire en los ambientes donde se utilicen artefactos de gas mediante una abertura permanente.
Verificar que las llaves visibles de cocina, hornos etc., sean de color azul. Hacer revisar el quemador que presente llamas amarillas.
Encender el fósforo antes de encender el quemador, o el horno.
Si al encender el gas, el fósforo se apaga, cerrar la llave para evitar la acumulación de gas, ventilar y repetir la operación.
Evitar golpear la puerta del horno al cerrarla, puede apagarse la llama del quemador. Verificar que éste se encuentre siempre encendido mientras se esta usando.

IMPORTANTE: la calefacción por combustión de carbón, kerosén o alcohol, forma monóxido de carbono. La inhalación del monóxido de carbono puede ser mortal.